“Limosnas para jubilados y diputados ... un 47%”
- Clarín
- 19 Nov 2016
- Humberto Guglielmin
guglielmin.humberto@live.com
A raíz del dietazo, ahora frenado, el
diputado Eduardo Amadeo había dicho que “si le pago (a un diputado) $ 30.000, o
como a un jubilado, en el Congreso vamos a tener a ricos o chorros”. Este
juicio lo hubiera esperado de parlamentarios más pintorescos. Ricos y pobres
pueden ser chorros y mirar sólo sus intereses personales ignorando la miseria
del pueblo, pero también ambos pueden ser decentes y trabajar por el bien
común.
Los jubilados con la mínima reciben menos
de $ 6.000, una limosna, y en Diputados quieren $ 141.000 de bolsillo, la gente
se puso a murmurar y a decir cosas como “¿qué calamidad sucedería al país si
vista su escasa importancia de hecho, el Parlamento se cerrara?” o “¿de qué
peligro ha salvado a la Nación a lo largo de la historia? o ¿por qué tiene
tanto personal tan bien pago haciendo tan poco? o ¿por qué permite que sea
visto como un aguantadero en el que encuentran protección individuos que
deberían estar en la cárcel? o ¿por qué durante los gobiernos de Menem, Néstor
y Cristina Kirchner no veía la corrupción rampante que todos percibían, y acató
una humillante sumisión y “obediencia debida” al Ejecutivo? Podría añadirse que
a largo de su historia reciente, venerando el precepto de la inclusividad, han
ocupado bancas parlamentarias homicidas, drogadictos, ladrones del tesoro
público, guerrilleros que querían destruir el sistema democrático por las
armas, ignorantes, charlatanes de feria, etc. Y uno se pregunta ¿no existe un
sistema de filtro que garantice cierto nivel de decencia moral, preparación
intelectual y normalidad psicológica para los cargos más importantes de la
República? Para los puestos menos importantes existe desde hace mucho tiempo.
Estamos ante un país en ruinas debido a
la histórica complicidad del Parlamento con el mandamás de turno y a su nula
creatividad; se limitan a ampliar derechos y libertades prohibiéndose tratar
sobre deberes y temas duros porque ellos lo consideran “impopular”; van a lo
fácil. Los temas que generarían conflicto, como políticas sobre droga,
seguridad, etc, se los dejan al Ejecutivo. La inoperancia del Parlamento en
temas de fondo, mata. Si bien hubo y hay honestos legisladores, no alcanzan
para dar respetabilidad a una institución que arrastra un evidente desprestigio.
Dado los servicios que prestan, ¿por qué los parlamentarios deben ganar tanto y
trabajadores de trascendencia social como médicos y docentes, y trabajadores
tan poco?
A los parlamentarios que no cumplieron
con sus deberes la Patria nunca les demandó nada, por lo que harían muy bien en
suprimir la ceremonia de jura porque ha devenido en espectáculo circense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario