La Sala II de la Cámara de la Seguridad Social, con los votos de la jueces Nora Carmen Dorado y Luis Herrero, confirmó en una sentencia de ejecución, un fallo de primera instancia que por la falta de actualización del tope jubilatorio – que estuvo vigente de 1995 hasta 2009-- ordenó a la ANSeS que recalcule el haber del jubilado Carlos Calderón sin considerar el limite del haber máximo. Y en acuerdo con el reciente fallo “Gualtieri” de la Corte Suprema que reconoce que el monto jubilatorio está vinculado a los aportes efectivos realizados en la etapa laboral, agrega que se deduzcan de la jubilación y del retroactivo los aportes excedentes que no hizo por el congelamiento del tope. Así, el jubilado tendrá un haber acorde a los ingresos que tuvo en la etapa activa. La sentencia declara además exentas del impuesto a las Ganancias la sumas retroactivas y el haber jubilatorio que debe percibir el jubilado. El argumento es que “deviene irrazonable y carente de toda lógica jurídica, asimilar o equiparar las prestaciones de la Seguridad Social a rendimientos rentas, enriquecimientos, etc. obtenidas como derivación de alguna actividad con fines de lucro de carácter empresarial, mercantil o de negocios productores de renta”. Según la abogada Carmen Moran, hasta 2009 “el Estado omitió actualizar las jubilaciones y los topes generando una infinidad de juicios reajustes que fueron admitidos en los fallos de la Corte Suprema, como Badaro y Sanchez”.
En tanto, “en la actualidad el aporte máximo es de $ 72.289 y el tope máximo jubilatorio es de $ 46.849 pero si se toma la actualización de la ley de movilidad y diversos fallos, el valor del tope del aporte alcanzaría los $ 97.050 y el tope jubilatorio debería ser de $ 79.590, un 70% más”. Así “la desactualizacion de los topes tanto de aportes como de jubilaciones, sumado a la imposibilidad de aportar por encima del tope, logró licuar las jubilaciones y la relación que debe existir entre el ingreso en la etapa activa y la pasiva”.
Moran dice que “en la actualidad hay más de 40.000 jubilados que por haber percibido salarios superiores al tope ven afectada la garantía de sustitutividad en sus jubilaciones”, mientras “más de 370.000 empleados tienen salarios superiores al tope” y que por el tope se jubilarán con haberes bajos en relación a sus ingresos.
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